22 jun 2010

A fecha de hoy

Cómo quedará España en el mundial es una incógnita pero cómo está quedando España al término de la Presidencia de la Cumbre Europea está claro. Se nos desprecia y se nos mira con desconfianza. Un país dirigido por imbéciles dice poco de su inteligencia.
Las primeras medidas gubernamentales, forzadas por la intervención extranjera, incluido Obama, se están tratando. Pasan a trámite aquellas cuestiones que hace ya dos años debían haberse aplicado. El trámite será dificultoso y, lo más grave, dejará que el tiempo pase. Las cuestiones de economía no pueden acomodarse a estas dilaciones. La pérdida de tiempo, teóricamente, sólo favorece a los políticos. (por lo del sueldo y la prebenda) La izquierda mantiene el poder (que no ejerce), una cohorte de pelotas y enchufados y espera un cambio en la intención de voto. La derecha no quiere recoger el testigo de una economía ruinosa y los nacionalistas no pueden, en esta coyuntura, forzar la tuerca del independentismo más de lo que se ha forzado, por el contrario, deben aflojar si de lo que se trata es de sobrevivir.
En esta triste realidad política, España agoniza con la ignorancia de los españoles, que aún no se han creído eso de la crisis. No llegará la sangre al río, piensan hasta los más desafortunados. Pues, créanme, la sangre llegará al río y al mar.
Hay analistas que, sin ánimo de alarmar, ven peligrar la democracia en España, Grecia y Portugal. No andan muy descaminados. Los modelos gubernamentales de los mencionados es un fiasco. Son costosos y no operativos. Las funciones se triplican en muchos casos. Se ha pasado de querer crear la ventanilla única al modelo de ventanilla por triplicado, con lo que eso conlleva.
En el caso de España, insisto en que las autonomías, configuradas con las competencias actuales, son un fracaso costosísimo que los ciudadanos de a pié no podemos costear y, aunque lo podamos costear, no las creemos necesarias.
El mundial de fútbol, demasiado breve para los deseos de los políticos, parece poner una venda más en los ojos de los contribuyentes. Si gana España se acabará la crisis por un tiempo en los corazones de los ignorantes (que son los más) y dará un respiro a los políticos de esta estepa.
No descarten ustedes la expulsión de la zona euro, un sobrevenido golpe de poder o la muerte de la clase política de forma irresucitable. Agradezcamos estas situaciones, si llegan, a la ignorancia de Zapatero y la del pueblo español, que Dios guarde.

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