En la Universidad Juan Carlos I de Madrid, por estrategia de quienes la tiene sumida en la miseria, se ha remitido un escrito al desaparecido Ministerio de Igualdad, con las firmas falsificadas de varios profesores. No entro en el contenido ni resultado del documento tramitado. Aún no se sabe su origen ni autoría pero la razón señala -por indicios, que dicen los juristas- al rectorado (escrito con minúsculas, en este caso, por sintonizar con su talla moral). Ya se aclarará esta maniobra sucia y rastrera impropia, ni siquiera, de un Bachiller.
Lo verdaderamente preocupante de esta Parodia Nacional es que "todo vale" para mantener el poder -sobre todo el de los necios y mediocres-.
Si tal ocurre en el estamento universitario español ¿qué podemos esperar del resto? Pues... lo que tenemos (véase Pajín y Carma) y nos merecemos (sin mi voto, por supuesto, pues hace años decidí que, para evitar que en mi nombre se robase y mal-administrase, no votaría más; motivo por el que dejé de ser demócrata-cómplice de esta insensatez nacional).
Por cierto: un país pobre no puede mantener este modelo de diecisiete autonomías. Más modestia y sensatez o tendremos una revolución necesaria.
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