Las modas imponen modales y, también, coletillas molestas. La tele-basura ha impuesto la coletilla "¿vale?" dicha, generalmente, como confirmación del discurso a pesar de su tono interrogativo. Esta repetición de "vales" hace el discurso agresivo y vulgar. También lo creo ofensivo pues menosprecia al interlocutor a quien, tras cada frase, parece preguntar ¿te estás enterando?
Los más distinguidos han buscado otro modismo menos vulgar. Políticos y periodistas adornan sus discursos con la coletilla "y dicho esto". No suena del todo mal pero el abuso de este "punto y aparte" lo vulgariza. Este modismo, que viene a enlazar reflexiones conexas, pocas veces es usado con coherencia.
Todos tenemos derecho al error. Siempre he cometido errores en mi lenguaje medio andalúz; "contra más" me ha acompañado durante muchos años hasta que mi querido amigo Iñigo de Aranzadi, académico de la lengua, me sacó del error:
-Se dice "cuanto más" y no "contra más".
Me bastó esta única rectificación para que cambiase mi registro. Gracias a estas rectificaciones he dejado de decir "desgince" en lugar de esguince, "ustedes" en lugar de vosotros, etc.
Otro problema es el laísmo, leismo y loismo tan extendidos por la zona centro y noroeste de la península y sobre el que la Real Academia ha tenido que hacer excepciones a la norma pues muchos clásicos de la literatura española cometían ya este error en épocas pasadas y han quedado reflejados en sus escritos.
Bien, pues aunque sobre la lengua, como decía don Quijote, solamente tiene poder el vulgo y el uso, abogo por la supresión del "¿vale?" y del "y dicho esto".
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