24 feb 2011

Islandia: solución a la crisis


Está demostrado que los modelos convencionales han fracasado. Tanto la economía como la política están instaladas en una irrealidad sustentada por el dinero de los ciudadanos.
Islandia ha roto el molde y viene demostrando que ni es necesario un gobierno de profesionales de la política, ni hay que mantener a los sistemas financieros convencionales. Demuestra que, ambos conjuntos, son improductivos y sangrantes. Una treintena de personas (no políticos profesionales) han sido “designados” por el pueblo islandés para que les guíe en esta situación de crisis global y han acertado. Ya están saliendo del túnel de la ruina en el que nos encontramos otros muchos países.
Esto, que es una noticia de primera plana, está siendo silenciado por los diarios de todo el mundo pues, como vemos, supone una verdadera revolución que acaba con la casta política de un plumazo y con el sistema financiero explotador de un silletazo.
Islandia no se sumó al rescate del sistema financiero a costa de los ciudadanos. Resolvió que la crisis la asumiesen los que la habían producido y.., he aquí el milagro, han conseguido equilibrar su economía con otro modelo, más sencillo y lógico. Para ello han obligado a dimitir a los gobernantes y los han sustituidos por ciudadanos de a pié de buen criterio y mayor honestidad.
Este hecho viene a demostrar que cualquier pueblo civilizado puede ser gobernado por la sensatez de un grupo de ciudadanos “designados” por sus conocimientos y ejemplar comportamiento, sin necesidad de las urnas ni otra parafernalia. Esto demuestra, también, que el modelo democrático actual es un fracaso que aleja al político del ciudadano durante cuatro años y, los elegidos, legalizados por el voto de los ciudadanos, se otorgan la potestad de manejar a su antojo en todas direcciones. Un modelo cargado de sueldos y funciones innecesarias que empobrecen a los ciudadanos llevándolos a la quiebra mientras ellos se creen autorizados para el libre manejo de bienes o considerarse herederos legítimos del derecho de pernada (que de todo hay en esa casta). Igual le ha ocurrido al modelo económico (amparado por esos demócratas corruptos) que, atendiendo supuestamente a las bases de la economía del bienestar, amparan a los ricos, causantes de la crisis, y prorratean el coste entre las clases más desfavorecidas: los ciudadanos. Desde luego, nos han tomado por tontos y, lo más grave, debemos serlo. Abusan de nuestra moderación que interpretan como ignorancia.
El fenómeno Islandia demuestra que la democracia y el modelo económico convencional son una estafa directa al ciudadano (votante y contribuyente). Esta crisis ha desenmascarado a la casta política, a la económica y a la connivente periodística (que evita hablar del milagro de Islandia por diversos intereses).
Si el lector está interesado en conocer con detalle este milagro político y económico, puede consultar estos dos enlaces.

1 comentario:

Alfonso dijo...

Tenemos mucho que aprender de ISLANDIA y siendo mas conscientes del presente y de lo que podemos hacer para forjar un mejor futurom da mejores resultados que estudiar y repetir una historia de guerras y fanatismos sin sentido.
Estudie los instintos, reflejos y memoria, y comprendi muchas cosas que parecian inaccesibles.
Atentamente
Alfonso German Arreola