Si existe un personaje público que defina la "segunda fila", ese es Zerolo. Al igual que "el golosinas" que salía en los segundos planos de Lola Flores o como un extravagante con gafas, barba y una ristra de cupones al pecho que sale en segundo plano de los famosillos, en la foto política aparece, ocupando esa segunda fila, el omnipresente Zerolo. Estos personajes de la segunda fila son unos maestros de la perspectiva. Su mayor preocupación es buscar el ángulo adecuado para que las cámaras lo sitúen en segundo plano, dentro de las coordenadas exactas de atención visual. Lo que en composición pictórica se conoce como Ley de Tercios. Está demostrado que los puntos de mayor atención visual, sobre una imagen, coinciden o se aproximan a estas coordenadas.
Conocido esto, lo de estar en primera o segunda fila es, nunca mejor dicho, secundario. Lo importante es estar lo más cercano posible a las intersecciones de las rectas. Esto debe saberlo muy bien Zerolo quien, discreta y hábilmente, deja el primer plano (central) a la figura política correspondiente mientras que él se sitúa en plano secundario pero en el eje de coordenadas adecuado. Observe el lector esta estrategia cuando vea la melena de Zerolo.
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