Ha
fallecido mi amigo Fernando Ortiz, poeta sevillano o sevillano y poeta, como decía
ser. Pocas o ninguna palabra para esta despedida. Tal vez su frase "...
maldita la gracia que tienen los adioses".
Recuerdo el día en que me comentó que un
catedrático de literatura lo había suspendido por un trabajo sobre Blanco White
-José María Blanco Crespo "Blanco White" (Fernando pretendía
cursar esos estudios en la Universidad de Sevilla y esto ocurría en su primer
curso). Tan cabreado salió de aquel suspenso que remitió su trabajo al escritor
Juan Goytisolo Gay, considerado como el mejor conocedor de la obra de Blanco
White. La respuesta de Goytisolo fue inmediata y breve y decía bien claro
"es el mejor trabajo que he visto sobre White, por el que te
felicito". Supongo que la humildad de Fernando no le aconsejó entregar
esta carta al catedrático pero resolvió no seguir ni un día más en la
Universidad donde un zopenco suspendía su brillante trabajo.
Otra anécdota que quiero contar fue la del
idioma: Cierto día me pidió le tradujese un texto escrito en inglés. Así lo
hice y, de algún modo vine a decirle que estudiase inglés a lo que me contestó
con una sonrisa: "Para qué quiero ser sordo en dos idiomas".
Tuvimos muchos momentos de complicidad.
Complicidad que nacía de una situación laboral kafkiana que ambos padecíamos
patrocinada por dos personajillos de la Andalucía profunda y cuyos nombres no
menciono por no darles fama -ni siquiera mala-.
Hoy mi corazón está triste y Fernando lo sabe.
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