10 nov 2014

Con cargo al presupuesto


    



En tiempos pasados no estaba mal visto tener una amiga con cargo al presupuesto. Quien se preciara tenía una amiga fija que suplía las deficiencias sexuales de la esposa oficial a la que se calificaba como muy casta y decente y, consecuentemente, aburrida sexualmente. Tantas eran esas deficiencias que la querida estaba, más o menos, institucionalizada, bien vista socialmente y consentida como mal necesario por la Iglesia. Ciertas categorías sociales no podían prescindir de esa figura en su vida. Incluso entre las esposas de quienes gozaban de ese suplemento sexual se discutía si la querida de fulana era más guapa que la de zutana. Las resignadas esposas soportaban esa situación como un mal menor, común y "de clase".
            Parece ficción pero lo que acabo de decir es totalmente cierto. Ahora corren otros tiempos y tener querida está menos bien visto. Tal vez tolerado pero si es con cargo al presupuesto pasa a ser inapropiado.
            Dos diputados del PP (partido que salvaguarda las tradiciones de la cepa hispana) han mantenido relación sentimental con la misma mujer (en momentos distintos, según dicen). Una bella militante con habilidades de acercamiento al poder según ha quedado demostrado. Esas relaciones han arruinado la carrera política de dos españoles de pro. Una pena. La culpa la tiene el riego sanguíneo del varón hispano: insuficiente a todas luces pues si acude al pene desatiende el cerebro. Y sucede lo que se conoce como "perder la cabeza". Así pues el riego sanguíneo de esos dos padres de la Patria los descabalga de las riendas del poder (y de la participación en la salvación de la Patria por ende).
            Mejores tiempos eran aquellos en que tener una relación de esta índole estaba bien vista y, si era con cargo al presupuesto, hasta aplaudida por la picaresca hispana.


No hay comentarios: